Este cuadro impacta por la cantidad de detalles. Con una vista de 250 niños que protagonizan la escena, la obra es un verdadero compendio de juegos infantiles, algunos de los cuales son plenamente actuales y otros han quedado inmortalizados en este cuadro. Se han identificado algo más de ochenta juegos diferentes, como aros, pidola, canicas, zancos, tabas, malabares, contorsiones, pillar, gallina ciega, rango, ronda, etc.
Es curioso ver como a pesar de la distancia, los juegos son los mismos en diferentes regiones y países. El uniforme color terroso del suelo y las casas hace resaltar los alegres colores de los niños, mientras que al fondo a la izquierda un río de aguas azules rompe la monotonía. Una potente diagonal marcada por las arquitecturas conforma la distribución del espacio en la obra dando una gran sensación de perspectiva.
Otra curiosidad del cuadro es que los niños tienen caras de adultos, se supone que por lo difícil de la época.
Este cuadro impacta por la cantidad de detalles. Con una vista de 250 niños que protagonizan la escena, la obra es un verdadero compendio de juegos infantiles, algunos de los cuales son plenamente actuales y otros han quedado inmortalizados en este cuadro. Se han identificado algo más de ochenta juegos diferentes, como aros, pidola, canicas, zancos, tabas, malabares, contorsiones, pillar, gallina ciega, rango, ronda, etc.
Es curioso ver como a pesar de la distancia, los juegos son los mismos en diferentes regiones y países. El uniforme color terroso del suelo y las casas hace resaltar los alegres colores de los niños, mientras que al fondo a la izquierda un río de aguas azules rompe la monotonía. Una potente diagonal marcada por las arquitecturas conforma la distribución del espacio en la obra dando una gran sensación de perspectiva.
Otra curiosidad del cuadro es que los niños tienen caras de adultos, se supone que por lo difícil de la época.